Diferencia entre la Revolución de 1830 y 1848

Se puede decir que, entre los años de 1820 y 1848 hubo tres grandes revoluciones en Europa. La primera de ellas se dio entre 1820 y 1824, siendo protagonistas diversos estados en el Mediterráneo. Entre 1830 y 1834 se produjo otro ciclo revolucionario, destacando la revolución en Francia de 1830. Por fin, llegarían las revoluciones de 1847-1848, que tuvieron un mayor componente social y nacionalista que las anteriores. No obstante, nos vamos a enfocar en la diferencia entre las revolución de 1830 y 1848.

La Revolución de 1830

El siglo XIX fue uno de los más agitados a nivel social. La revolución de 1830 había dejado claro una cosa: el sistema del Antiguo Régimen no funcionaba y era necesario tender hacia el liberalismo. Además, el nacionalismo había empezado a surgir en algunos países que ansiaban lograr la unificación, como Italia y Alemana, o la independencia, como Bélgica y Grecia. En esta revolución derrocaron a los Borbones en Francia; momento en el que Luis Felipe de Orleans sube al trono y comienza una monarquía constitucional. Luego, Bélgica se independizó de Holanda, estableciendo una monarquía liberal, siendo reconocida por Francia y Gran Bretaña.

Seguidamente, a comienzos de la década se instauraron monarquías constitucionales en Portugal y España seguido de varias guerras civiles con los absolutistas; entre ellos, los miguelistas en Portugal y los carlistas en España. En la revolución de 1830 tuvo gran influencia el fuerte descontento de las clases populares. El protagonismo en las revoluciones ya no fue de las sociedades secretas ni de los conspiradores sino de las propias masas. Más allá de las peticiones de los liberales moderados, surgió un movimiento democrático y republicano más radical, demostrando la división que estaba surgiendo en el seno del liberalismo.

La Revolución de 1848

Las revoluciones europeas de 1848 fueron las últimas de las tres grandes oleadas revolucionarias del siglo XIX. Compartían con las anteriores su inspiración en los principios de la Revolución francesa, pero fueron más importantes en extensión, más radicales, con mayor base social, y con fuertes componentes nacionalistas en algunos lugares. Las revoluciones en torno a 1848 tuvieron un gran éxito inicial y simultáneo en Francia, gran parte de Italia, Suiza, los estados alemanes, el Imperio austriaco y Prusia. Nunca ninguna revolución estuvo más cerca de ser considerada una “revolución mundial”. Pero, también, su fracaso fue muy rápido en gran parte de Europa.

Por otro lado, las revoluciones de 1848 pueden ser calificadas de democráticas y tuvieron un fuerte contenido social. En los años anteriores a 1848, Europa sufrió una fuerte crisis agraria e industrial, que generó hambre y descontento entre los trabajadores. En el 48, las grandes ciudades europeas como París, Berlín, Viena, Praga, Milán, Roma o Budapest se forjaron de barricadas levantadas por trabajadores urbanos pobres, que reclamaban derechos y libertades radicales: sufragio universal masculino, repúblicas democráticas y sociales, asistencia a los más necesitados y desempleados, derecho al trabajo y a la libre sindicación.

Diferencia entre la Revolución de 1830 y 1848

REVOLUCIÓN DE 1830

REVOLUCIÓN DE 1848

Tuvo gran influencia el fuerte descontento de las clases populares.Fueron revoluciones más urbanas que rurales. Los campesinos se mantuvieron indiferentes y hasta hostiles.
Tuvo gran influencia el fuerte descontento de las clases populares. El protagonismo en las revoluciones ya no fue de las sociedades secretas ni de los conspiradores sino de las propias masasFueron más importantes en extensión, más radicales, con mayor base social, y con fuertes componentes nacionalistas en algunos lugares.
A comienzos de la década se instauraron monarquías constitucionales en Portugal y España seguido de varias guerras civiles con los absolutistas; entre ellos, los miguelistas en Portugal y los carlistas en España.Los trabajadores  urbanos pobres, que reclamaban  derechos  y libertades radicales: sufragio universal masculino, repúblicas democráticas y sociales, asistencia a los más necesitados y desempleados, derecho al trabajo y a la libre sindicación.