Cuando las palabras son homófonas, lo que quiere decir que suenan igual pero que tanto en la escritura como en el significado son distintas, es común llegar a confundirse y más cuando son palabras que por lo general no son de uso cotidiano, tal como pasa con ermita y hermita.
La “h” al no tener un valor fónico asociado, no hace posible diferenciar ambos términos que se refieren a dos conceptos muy diferentes entre sí.
Ermita
Cuando hablamos de una ermita, nos referimos a una capilla que se encuentra en un lugar apartado y despoblado, por lo que resulta ideal para la meditación y el recogimiento espiritual, ya que no cuenta con un culto permanente. Funciona como un sustantivo femenino dentro de una oración.
- En el medio del desierto se encuentra una ermita, como consuelo para quienes transiten por allí.
- La ermita de San Cristóbal fue construida en la cima de la montaña.
Hermita
La palabra hermita es una especie de diminutivo de herma, que refiere a la pieza de escultura del busto que se coloca sobre un pilar o base. Se aplica como un sustantivo masculino, por lo que los artículos y adjetivos con los que se acompañen también deben ser masculinos.
- Este es un hermita que se puede colocar como decorativo en cualquier esquina.
- La escultura es un hermita, por tanto no trae brazos, sólo cabeza, cuello y parte de los hombros.
En conclusión, cuando desconocemos la manera correcta de cómo escribir ciertas palabras, lo mejor es consultar antes de caer en un error ortográfico o cambiar el sentido de una oración por no usar de forma correcta. En el caso de ermita, ya sabemos que tiene que ver con la capilla pequeña que se encuentra en un lugar apartado, mientras que hermita es la escultura de un busto.