Las normativas de la Real Academia Española son las que determinan el uso correcto o no de algunas palabras o frases que suelen utilizarse en el argot popular de los países con este idioma, para mantener el uso formal de la escritura sin importar el sitio del que provengas.
En el caso de la expresión bienvenido o bien venido, en ambos casos está bien escrito y se hace referencia a un recibimiento de algo o alguien con agrado y alegría, sin embargo la segunda forma de “bien venido” no es del todo aconsejable, por lo que debe usarse ambas palabras juntas.
El bienvenido funciona como un adjetivo con el que suele saludar a alguien cuya presencia resulta grata al llegar a un lugar, aunque también puede hacerse uso del término en femenino “bienvenida”, al igual que en forma de sustantivo con un artículo que le anteceda. Algunos ejemplos de su uso son:
- Serás bienvenido a mi hogar siempre que lo desees.
- La familia siempre recibe una calurosa bienvenida en la casa del pueblo.
- La bienvenida estuvo llena de mucha alegría.
Por otra parte, aunque las palabras “bien” y “venida” por separado son válidas en el español, la expresión separada no es de uso común por lo que no es aceptada por la Real Academia Española y por tanto, no resultan válidas para escribir en una expresión que hace referencia al recibimiento con agrado de algo.
Con ello se concluye que, si deseamos dejar por escrito una frase en la que se demuestre un saludo cordial y alegre hacia quien llega o trae algo a un sitio, la expresión adecuada a utilizar es bienvenido, ya que con ello se manifiesta cordialmente un grato recibimiento. Sin embargo, el uso de bien venido no es aconsejable, ya que no es aceptado por las normativas del español, aunque cada palabra por separado sean válidas en el idioma.